Un lector del blog me acercó estos escolios de Nicolás Gómez Dávila sobre los jesuitas:
“El jesuitismo es postura defensiva. Síntoma de endeblez de la Iglesia.
El jesuitismo es el intento de utilizar técnicamente, en provecho de la Iglesia, el prestigio y la eficacia de actividades profanas.
Simple aprovechamiento externo de objetivos que la llama macilenta de la Iglesia ya no funde en bronce cristiano”.
“La magnificencia de la catedral gótica busca honrar a Dios; la pompa del Barroco jesuita atraer al público”.
“Clasicismo, romanticismo, realismo, pertenecen al mismo bando. Barroquismo, preciosismo, modernismo, pertenecen a otro bando”.
“Barroquismo, preciosismo, modernismo, son enfermedades nobles; pero enfermedades al fin”.
Y este no tiene nada que ver (o tal vez sí, considerando que se nos enojan muchos), pero es buenísimo: “El reaccionario no solamente tiene olfato para husmear lo absurdo, también tiene paladar para saborearlo”.