"Las murmuraciones y vituperios contra el estado de cosas en que nos encontramos, y las preferencias por una situación anterior, no son solamente incorrectas, sino absolutamente carentes de sentido. Nosotros mismos formamos parte necesariamente del sistema que hay ahora en nuestro mundo; en él cada uno se ha criado, hasta llegar a su posición actual dentro de la sociedad. Dependiendo, por tanto, de los tiempos como condición de existencia, al anhelar otros tiempos estamos, de hecho, deseando no haber nacido nunca. Además, cometemos una ingratitud hacia la sociedad en que vivimos, al decir pestes contra ella, pues día tras día disfrutamos de los innumerables beneficios que nos ofrece. No obstante, no tiene nada de incorrecto, vacío de sentido o ingrato indicar sus deficiencias con el deseo de ayudarla a superarlas.
[...]
Nuestra tarea, entretanto, consiste sencillamente en cercionarnos del puesto que tenemos asignado en este revuelto escenario, asumirlo firmemente, y luego desembarazarnos de todo miedo hacia el futuro".
San John Henry Newman, Sermones universitarios IV.