“Todo es culpa nuestra” -ha dicho el Santo Padre-. “A la comunidad musulmana, pedimos perdón por haber comenzado las Cruzadas. A nuestros hermanos protestantes, pedimos perdón por todo lo que hicimos para ocasionar la Reforma. Y pedimos perdón también a nuestros hermanos judíos por todo lo que le ocurrió a esa comunidad como consecuencia de la crucifixión. Definitivamente, todo es culpa nuestra”.
El Papa Francisco continuó reflexionando que los católicos ya no podemos hacer nada por enmendar todas las maldades lo que hicimos durante los siglos pasados, pero sí podemos hacer algo ahora. Y, en un nuevo gesto de audacia y generosidad, ha decidido entregar al papa Miguel y a sus decenas de sus seguidores, la basílica de San Pablo Extramuros a fin de afianzar las relaciones entre ambas iglesias apostólicas.
Fuente: Eye of the Tiber.