Oh Señor Dios nuestro, Tú eres el Alfa y la Omega, el Principio y el Fin, el Creador del tiempo, existente antes del tiempo y fuera del tiempo, el mismo ayer, hoy y siempre. Tú eres el Pantocrátor, el Gobernante absoluto que ejerce autoridad soberana sobre todo el universo y sus leyes. Tú no estás limitado por ningún acontecimiento o suceso natural, ni por nuestra acción o inacción. El mundo no es impulsado por fuerzas ciegas, sino que es gobernado sabia y amorosamente por Tu divina Providencia.
Tú, oh Rey y Amo del mundo, gobiernas por Tu todopoderosa voluntad el mundo que creaste como un capitán gobierna su barco. No tenemos nada que temer mientras Tú estés al timón. Los mismos elementos de la naturaleza Te obedecen. Nada ocurre por casualidad. Lo que nos ocurre no sucede al azar. Ni un solo cabello de nuestras cabezas cae al suelo sin Tu poderosa voluntad. Estamos en Tus manos. Lo que somos, todo lo bueno que hay en nosotros, procede de Ti, fuente de toda bondad.
Te pedimos humildemente, nuestro Salvador, al entrar en este nuevo año de nuestra salvación, que nos bendigas a todos; que bendigas nuestros esfuerzos y todo lo que hagamos. Te pedimos, oh Señor, que bendigas el tiempo que nos concedes, para que podamos pasar este nuevo año de tu gracia y de la vida que nos has dado en el arrepentimiento, el perdón, la paciencia, la tolerancia, la paz, la lucha contra nuestras pasiones, la práctica de las virtudes, en hacer tu voluntad, no la nuestra, y en aceptarla alegremente, sin lamentos ni quejas.
Concédenos, oh Padre Todopoderoso, una fidelidad sincera, una vigilancia dispuesta y un testimonio activo, para ser fuertes y crecer en la fe y el amor hacia Ti, y trabajar diligentemente por el establecimiento de Tu Reino, un Reino de paz y justicia. Infunde en nosotros el anhelo por el establecimiento de Tu Reino celestial, un Reino de vida eterna, paz y alegría.
Te suplicamos también, Señor, que bendigas al mundo entero y a todas lasnaciones. Guíalas hacia Ti, para que lleguen a conocerte a Ti, el único Dios verdadero, y a hacer Tu Santa Voluntad. Y protege, oh Señor, a Tu Santa Iglesia, en todas partes, para que con una sola voz y un solo corazón todos podamos alabar y glorificar Tu Santísimo y magnífico Nombre, Padre, Hijo y Espíritu Santo, ahora y siempre y por los siglos de los siglos. Amén.