Se trata de un detalle que a la mayor parte de los lectores del blog les parecerá insignificante, y tendrán razón porque lo es. Sin embargo, me parece un caso de análisis para conocer el modo en el cual funciona la mentalidad de buena parte de los integristas: parten de una idea pre-concebida y adaptan la realidad para probarla. Es decir, acomodan las premisas para que den la apariencia de justificar la conclusión que ya tienen por segura. Eso se llama, en pocas palabras, ideología.
A raíz del post publicado ayer sobre el Movimiento Litúrgico, un comentarista denominado Anselmo, escribe:
Tengo que decirle que esta frase "Se trataba de la actuosa participatio, o participación activa de los fieles, expresión que tantos usos y abusos sufrió a lo largo del último siglo, y que había sido acuñada por San Pío X y utilizada en su motu proprio Tra le sollecitudini del 22 de noviembre de 1903." no se corresponde totalmente con la realidad. En el texto original o típico, el latino, del motu proprio de San Pío X no se habla en ningún momento de "participación ACTIVA" de la feligresía. Esa intromisión, que yo considero clandestina, se dio en el texto italiano primero y de allí pasó a los demás, como están en la página del vaticano. El texto latino, en ese lugar, dice así: Etenim cum nihil Nobis potius sit et vehementer optemus ut virtus christianae religionis floreat et in omnibus Christifidelibus firmior sit, templi decori provideatur oportet, ubi Christicolae congregantur ut hoc virtutis spiritu ex priore fonte fruantur, quae est participatio divinorum mysteriorum atque Ecclesiae communium et solemnium precum. Supongo que Ud. y el Dr Peretó saben latín lo suficiente como para comprender mi objeción. La cual, en síntesis, es que San Pío X no habló nunca de "activa participación" de los fieles en la Liturgia, sino que que esas palabras son un misterioso agregado a una traducción.
Anselmo, como cualquier integrista que se precie, aborrece el la expresión participación activa de los fieles en la liturgia, ya que la misma fue utilizada para justificar un sin fin de abusos. Consecuentemente —consideran— esa expresión de ninguna manera puede haber salido de la pluma de San Pío X, el adalid —ellos creen—, de los papas integristas cuando en realidad fue un pontífice profundamente renovador en cuestiones litúrgicas. Y siempre se podrá echar mano a alguna conspiración (¿masones, modernistas, judíos?) que fueron los autores de “intromisiones clandestinas” y de un “misterioso agregado a una traducción”.
El problema es que Anselmo da por supuesto que el motu proprioTra le sollecitudini fue escrito en latín, y es por eso que habla de “texto original o típico” en esa lengua. Pues no. El texto original está en italiano. Es decir, el Papa San Pío X escribió el documento en italiano como cualquiera puede comprobar recurriendo a las Acta Sanctae Sedis (como se llamaba a principios del siglo XX) 36 [1903-1904], pp. 329-339, siguiendo este enlace.
Es allí, en la p. 331, donde San Pío X escribe:
Essendo infatti Nostro vivissimo desiderio che il vero spirito cristiano rifiorisca per ogni modo e si mantenga nei fedeli tutti, è necessario provvedere prima di ogni altra cosa alla santità e dignità del tempio, dove appunto i fedeli si radunano per attingere tale spirito dalla sua prima ed indispensabile fonte, che è la partecipazione attiva ai sacrosanti misteri e alla preghiera pubblica e solenne della Chiesa.
Y si Anselmo mira al inicio del motu proprio, en la p. 329, verá una nota a pie de página que dice:
Haec Instructio de Musica sacra, quamvis a Romano Pontifice italico idiomate exarata sit, tamen totum catholicum Orbem respicit; proindeque nos omnibus lectoribus nostris prospicere volentes, eiusdem versionem latinam, quam maxime fidelem in proximo fasciculo dabimus.
Es decir, que como esta disposición del Papa, que había sido pensada originalmente para Italia, en realidad atañía a todo el orbe católico, en una próxima edición de las actas se publicará en latín, lo que efectivamente sucedió y puede verse el texto latino posterior en las páginas 387-395.
En conclusión, en este caso resulta irrelevante si en la versión latina aparece o no la expresión actuosa participatio, puesto que el texto original y típico, redactado y firmado por San Pío X en italiano, sí la contiene.