por Jack Tollers
Hace tiempo que venga pensando en escribir este post a raíz de varias charlas que hemos tenido con diferentes amigos acerca de uno de los aspectos a tener en cuenta en la guerra cultural que se desarrolla en Occidente. Porque hay que saber que esa guerra en el mundo angloparlante resuena con más fuerza, los argumentos (de uno y otro bando) son más agudos, los silogismos son más sólidos, los sofismas más sofisticados y, en general, los debates, charlas, artículos y libros resultan más interesantes.
Aquí voy a hacer un inventario de algunos intelectuales que se destacan en el mundo académico, en los medios masivos y que combaten contra los SJW (Social Justice Warriors)—y, desde luego, aparte de no mencionar a los fallecidos, este inventario no pretende agotar a todos los autores que son innumerables, sino a los que vengo leyendo en los últimos años y que me parecen más o menos recomendables, más o menos actuales. Pero, claro, aquí también rige cierta arbitrariedad, de gustos, de preferencias.
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Los pondré jerárquicamente, según me parecen más importantes, más ortodoxos y más interesantes, comenzando con el bueno de Anthony Esolen (un ítalo-canadiense especialista en humanidades, traductor al inglés del Dante y gran conocedor de la literatura inglesa y norteamericana). Su libro sobre la nostalgia no tiene desperdicio (Nostalgia: Going Home in a Homeless World), y me parece que pone la pica en Flandes hiriendo de muerte a los del bando moderno y secularista. En la misma liga pondría a Thomas Howard (On Being Catholic y Chance or the Dance, son especialmente buenos) incluiría, claro está, a todos los libros de Joseph Pearse (recomiendo especialmente su biografía de Solzhenisyn y su reciente Catholic Literary Giants: A Field Guide to the Catholic Literary Landscape). El que realmente vale la pena y no es tan conocido es Alan Jacobs (cuya biografía de C.S. Lewis The Narnian, es la mejor que he leído—y he leído unas cuantas. También es muy interesante su colección de ensayos Shaming the Devil: Essays in Truthtelling y su libro sobre el pecado original: Original Sin: A Cultural History).
Ahí nomás lo colocaría a Peter Hitchens (el muy británico hermano de Christopher el gran ateo recientemente fallecido), cuyos libros son, a mi juicio, sensacionales, especialmente The rage against God, The abolition of Britain y The phoney victory entre otros. Me parece que también hay que rankear aquí a Anthony Daniels (aka Theodore Dalrymple), un psiquiatra judío y ateo que detesta al mundo moderno con todas sus fuerzas y con finísimo humor y gran conocimiento de Shakespeare disuelve los argumentos freudianos, progresistas, foucaultistas o marxistas con los que se topa en sus geniales libros (como Our culture, What’s Left Of It) y sus numerosas y más divertidas todavía conferencias (que cualquiera puede encontrar en Youtube y que son imperdibles).
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En el mundo de las ideas teológicas, no olvidaré a Scott Hahn (Rome sweet home, para empezar, pero inmediatamente The Lamb’s Supper: The Mass as Heaven on Earth) y en igual registro, Severe Mercy de Sheldon Vanauken. No olvidaremos aquí al muy tolkienano y genial apologista Peter Kreeft (autor de no menos de 85 libros, uno mejor que el otro), el chestertoniano y recientemente converso al catolicismo Dale Ahlquist (cuyos artículos no tienen desperdicio), el episcopaliano y brillante académico canadiense Hans Boersma (especialista en Patrística y en la Nouvelle Théologie) y la excelente columnista Hilary White (que está en la primera línea de fuego contra Bergoglio y sus disparates, junto a Ross Douthat con su imbatible To Change the Church: Pope Francis and the Future of Catholicism). También es interesante Taylor Marshall y su Infiltration: The Plot to Destroy the Church from Within.
Para la sexomanía de nuestro tiempo, nada mejor que Jason Evert (sus libros y charlas son muy buenos) y el australiano Matt Fradd, cuyas ideas siempre son refrescantes. Para la cuestión del aborto, nadie más elocuente, me parece, que el muy ortodoxo y muy irlandés John Waters (Beyond Consolation: How we became too "clever" for God and our own good) y el inteligentísimo judío Ben Shapiro (A Moral Universe Torn Apart). Y en lo que se refiere a la contracepción, nadie mejor, me parece, que Patrick Coffin y su The Contraception Deception: Catholic Teaching on Birth Control. Todos tienen sus blogs además de abundantes charlas que se pueden ver con provecho en Youtube. También es original Rod Dreher (de confesión Ortodoxa), pero no tanto por su famosa “Opción Benedictina”, me parece, sino por su lectura del Dante, por ejemplo (How Dante Can Save Your Life).
En otro orden de cosas (como por ejemplo la mutación marxista desde la lucha de clases hacia las cuestiones de género), me parecen muy recomendables los libros del inglés Douglas Murray, especialmente The madness of crowds: Gender, Race and Identity y, por otra parte, The Strange Death of Europe (lástima que por ser homosexual, se coloca en el centro del problema que él mismo denuncia); también son interesantes los libros y conferencias del famoso profesor de Toronto, Jordan Paterson (aunque abusa, me parece, de los simbolismos jüngianos, a veces es superficial y no siempre acierta con sus argumentos. Claro que cuando se trata de marxistas, se los come vivos).
Respecto a la decadencia generalizada del mundo occidental siempre vuelvo a Thomas Woods, el divertido libertario que escribió el sensacional How the Catholic Church Built Western Civilization. Quizás menos entretenido y no tan ortodoxo, habría que recomendar aquí a Patrick Buchanan y su ya clásico Death of the West (aunque excesivamente yanqui-centrado para mi gusto). También es bueno Bradley Birzer, el especialista en la obra de Christopher Dawson (últimamente sacó Beyond Tenebrae: Christian Humanism in the Twilight of the West, que todavía no he leído, pero descuento que ha de ser bueno). También son interesantes los ensayos del escocés Niall Ferguson (The Square and the Tower: Networks and Power) y el heterodoxo pero siempre original Richard Tarnas (Passion of the Western Mind). Más ortodoxo es Roger Scruton (pero habíamos quedado en no mentar aquí a los fallecidos y el inglés se acaba de morir). Para una historia de Bizancio, siempre vuelvo a John Julius Norwich y su trilogía sobre Byzantium (es el hijo de Duff Cooper y Lady Diana Manners, la amiga de Evelyn Waugh y todos sus libros son buenísimos).
Para un estudio del s. XX, recomiendo The Deluge de Adam Tooze, The Great War and Modern Memory de Paul Fussell, The First World War de John Keegan, las biografías de Lenín, Stalin y Trotsky de Robert Service, el increíble Gallipoli del australiano Alan Moorehead (todos sus libros son sensacionales), el Bonhoeffer de Erica Metaxas, el Hitler de Norman Stone, Stalingrad: The Fateful Siege de Anthony Beevor, The trail of the fox de David Irving y el Vietnam: An Epic Tragedy de Sir Max Hastings.
Wanderer, hay mucho más, por supuesto, pero esto es más o menos lo que vengo leyendo (y viendo en Youtube) los últimos años. Pero este inventario era sólo para destacar que allá, entre los de habla inglesa, la batalla cultural ruge con más empeño, con más rigor, que entre nosotros.
Y si uno sabe inglés, corre con ventaja. Eso, nomás.