Uno de los rasgos de este neocatolicismo es su umbandización: la religión prescinde del dogma y la moral y se funda en imágenes y sentimientos.
El neocatolicismo argento debe ser la única religión del mundo que no tiene ningún tipo de exigencias, ni dogmáticas, ni morales, ni litúrgicas. Es, simplemente. Y ahora, consiste exclusivamente en la tifosería papal. Son católicos Macri, Cristina, Lilita, Anibal, Tinelli, Vera, y si me apuran los rabinos Skorka y Bergman. El único (auto) excomulgado, hay que confesar que con cierta dignidad, es el Perro Verbitzky, aislado en su testimonio y en su rencor.
Ludovicus