Cuando descendiste a la muerte,
oh Vida Inmortal, entonces mataste
el Hades con el rayo de Tu Divinidad.
Y cuando resucitaste a los muertos de las
profundidades más hondas,
todas las huestes de los cielos gritaron:
¡Oh dador de vida, Cristo nuestro Dios,
gloria a Ti!
Tropario de la liturgia bizantina